Miguel Molina Díaz
Puede que sea un día muy triste
que el sol se esconda entre grises nubes
y que todo sea oscuridad.
Puede ser que llueva y truene
como si el cielo se partiera en mil pedazos
y que no oigamos a pájaros cantar.
Puede que me sienta inapelablemente solo
y que el día gris me provoque mucho frio
hasta hacerme doler los duros huesos.
Puede ser que el país se esté muriendo
que la democracia se llene de traidores
y que la asamblea se asfixie de alza manos.
Pero si veo tu sonrisa
si la encuentro entre las nubes grises
si la descubro y redescubro con mis ojos
sale el sol y mi día se alegra.
Si diviso tu sonrisa entre la lluvia
y la logro reinventar pese a los truenos
me reconforto y alivio
incluso si no llego a ver el cielo.
Si me ilumina tu sonrisa indeleble
me calientas cada uno de los duros huesos
dejas desamparado al pobre frio
y dejo de sentirme desafortunadamente solo.
Si avizoro tu sonrisa y la tomo entre mis manos
mientras los traidores matan la democracia
y los sumisos alzan la mano en la Asamblea
tu sonrisa me da fuerzas de protesta.
Entonces tu sonrisa es una llama
que encendida y radiante me asombra
absorbe mi tristeza y la detiene
extingue mi soledad con su ilusión
socorre mis huesos del frio absurdo
libera a mi país de sus traidores.
En otras palabras
veo tu sonrisa
y amanece.
* Día Mundial de la Poesía
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