En mis descansos, nocturnos,
te encontré en el paisaje que menos esperaba
sin verte y tratando de bajar la guardia
de sorpresa te tuve que encontrar.
Tu mirada abierta, fija con la mía,
me deja desnudo y sensible.
Mientras tus manos corrían por las mías
percibí tus labios moverse pero no escuche
-Sentí que dijiste te amo.
Afligido y emocionado no quise mas que besarte
sin éxito me soltaste para que siga tu espalda
mientras caminabas a algún norte
lejos de la confesión que creaste.
Te seguí, funciona tu jugada, busque el norte tras de ti.
Por tratar de encabezar una charla
una que no sea explicada, ni hablada
solo que tenga la alegría que haces sentir.
Sin dudas, cubierto de calor por tu cuerpo,
todo odio, fluye y el mal muere a tus pies.
Sin un beso pero con tu cara tallada
me conquistas y me mueves todo por dentro.
No comprendo como sentí
lo que en la realidad ni siento.
Ver tu imagen mas bella
sentirla una vez mas cerca
me da la duda de saber que quise olvidarte
pero en un sueño, desesperado te invoco.
Levantándome al frío del mundo
me encuentro bañado en pena y rezago.
Iras y sabores amargos me dice que lo que sentí,
lo que dijiste que nunca paso.
Solo encuentro en la melancolía de lo real
las escenas de donde por tus ojos
pude ver de nuevo mi alma.
Sin la grimas pero sentido
cuento el morir de los minutos
para cuando llegada este la nueva noche
te vuelva a soñar.
Extrañar tu partida no pudo ser
un comentario que merodea.
Fueron imágenes que te pintaron cerca
como cuando no necesitaba de pinceles para tenerte cerca.
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