Hoy busco entre las sombras
el enigma de tu esperanza,
el deseo de descubrir el misterio,
la desdicha del dolor, de tu intriga.
Es el arte, la conexión,
o ese cualquier cosa que lo califique.
Ese cualquiera que solo en ti
o en mi se describe.
Esa hermosura con la que te desviste mi
palabra,
te destruyo y reconstruyo con el tacto.
Te hago eterna, cada instante
te susurro, nuestro llamado, con solo mirarte.
te susurro, nuestro llamado, con solo mirarte.
Te entierro un beso, en lo profundo de tu
alma,
rasgo delicadamente tu piel, las capas
que te cubren.
Abrazo el dulce cuerpo, el dulce aroma,
el amor que muy dentro con suavidad brota.
Por pasos se descubre el camino hacia tus
sentimientos,
el fuego que quema y vive,
se apaga y revive buscando,
iluminan la obscuridad de la distancia.
Busco investigo, gano y pierdo,
la batalla de este cualquier cosa
que en tantos años sigue preso y perdido.
Siguen en un vaso, sigue en la memoria,
en tu caderas, en los labios, en las
lagrimas.
Sigue en ese viñedo de uvas amargas,
en ese vino, el sorbo de cada mañana.
Sigue en cada secreto que encontré
en los cajones de tu cuerpo
en cada laberinto al que entre
para perderme, voluntariamente: Armarte:
Quemarte desde dentro,
con el fuego de los sentimientos.
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